La mayoría de los nutricionistas consideran que la dieta paleo es un estilo de vida saludable. Sí, se puede perder peso con ella, pero la idea fundamental es que aprendamos a comer productos frescos para mejor nuestra salud. Los productos sin procesar, los productos de temporada o frescos son mucho más saludables que los que han pasado por un proceso industrial. Lo interesante de la dieta paleo es que se apoya en esta hipótesis, para avalar que es mucho más sana que cualquiera que incluya productos procesados. La premisa es que nuestro cuerpo todavía no se ha adaptado al cambio drástico que supuso la agricultura y la ganadera. Debido a esta descompensación entre la alimentación y la evolución del cuerpo humano, ahora somos más propensos a padecer enfermedades cardiovasculares u obesidad que nuestros antepasados.
Aunque esta teoría no está del todo demostrada, no cabe duda de que ahora tomamos demasiados carbohidratos y grasas saturadas o “trans”. La ciencia ha demostrado en múltiples ocasiones que la toma excesiva de carbohidratos o grasas malas es la causa principal que está detrás de la obesidad, la diabetes y las enfermedades del corazón. Por lo tanto, con la dieta paleo, que limita la ingesta de estos productos, podemos estar seguros de que al menos evitaremos en gran medida el riesgo de sufrir estas patologías.
¿Qué alimentos están permitidos en la dieta paleo?
Para seguir la dieta del paleolítico debe comer los alimentos que cazaban o recolectaban los hombres de la edad de piedra. El hombre del paleolítico solía cazar presas como ciervos, renos, bisontes, mamuts o cabras. Esto significa que usted puede comer cualquier tipo de carne fresca: ternera, cerdo, pollo, pavo… Al mismo tiempo, nuestros antepasados recolectaban toda clase de frutos del bosque, vayas, frutas silvestres y algunas semillas, hortalizas y verduras. Por lo tanto, su menú paleo también incluye toda clase de frutas, frutos secos, verduras y algunas semillas y hortalizas. También se le permite el aceite, salvo el de girasol y la leche de coco.
Quedan, pues, excluidos de la dieta paleo cualquier cereal, legumbre, producto procesado o ultraprocesado, azúcar y edulcorantes. No puede comer cereales (trigo, avena, cebada, arroz…), legumbres (frijoles, garbanzos, judías…), soja y derivados, aceites hidrogenados (margarina, aceite de maíz, de girasol…); azúcares (refrescos azucarados, dulces, golosinas, zumos industriales…) o alimentos procesados (carne envasada al vacío, en lata, embutidos…). Por último, los lácteos tampoco están incluidos, sin embargo, puede sustituirlos por la leche de coco.
Menú semanal Dieta Paleolítica
Claves de la dieta paleo
La primera pauta que ha de seguir para llevar correctamente la dieta paleo es que los hidratos de carbono sean menos habituales que en una alimentación tradicional. ¡Nunca deben procedes de productos como el arroz, los cereales para el desayuno, los copos de avena, el maíz, el pan, el pan de molde o los guisos o preparados con legumbres! Ahora, los hidratos de carbono que tome debe proceder los vegetales frescos y, en menor medida, de las frutas de temporada. En el caso de los vegetales, puede comerlos frescos, congelados y crudos, pero poniendo especial énfasis en los de hoja (lechuga, acelgas, repollo…), ya que son ricos en vitaminas y antioxidantes. Además, los vegetales verdes tienen una menor cantidad de carbohidratos. Puede tomar ocasionalmente patatas, pero siempre hervidas o al horno.
Las proteínas son fundamentales en esta dieta. Deben aportarle alrededor de un 30 o 35% de la energía a diario. Para ello acostúmbrese a cocinar platos generosos de carne, huevo o pescado, y a tomarlos todos los días. Puede ingerir carnes rojas o blancas, así como todo tipo de pescados. Asimismo, las grasas saludables son otra parte importante de su dieta paleo. Estas las encontrará en el aceite de oliva, de palma, de aguacate o de coco. Tómalas en cantidades prácticamente ilimitadas, ya que su naturaleza química produce cambios en el estómago y cerebro que te harán parar de comer cuando hayas obtenido los nutrientes necesarios.
No olvides los frutos secos, ya que son ricos en omega-3 y omega-6 (grasas saludables). Otra recomendación relevante es que debe tratar de comer alimentos ricos en potasio, vitaminas y minerales. Si siente debilidad o malestar puede recurrir a los suplementos vitamínicos. No olvide llevar un registro de lo que come y de su peso. Por último, consulte a un especialista en nutrición antes de comenzar la dieta paleo.