Estar en cuarentena es una gran es un reto psicológico, así como físico. Lo más probable es que durante estos días tan duro muchos de nosotros aumentemos de peso. Las razones son obvias: soledad, frustración, ansiedad, aburrimiento, estrés, etc. Todos estos sentimientos negativos generan una gran impotencia en nuestra mente. Una carencia de sentimientos positivos que intentamos solucionar comiendo de manera poco saludable o impulsiva. Aunque sea difícil, debemos cuidar nuestra línea durante todo el tiempo de confinamiento o de lo contrario, sufriremos en el futuro problemas como el sobrepeso o el colesterol alto.
En nuestro anterior artículo te explicamos que tipo de dieta se recomienda en estos casos. Sin embargo, no solo es necesario comer alimentos sanos. También debes aprender a dominar tu apetito. Es decir, saber en que momento tu cuerpo te pide comida porque de verdad lo necesita, y en que situaciones el estomago te está jugando una mala pasada. En definitiva, en este artículo queremos enseñarte una serie de pautas para que aprendas a decir basta cuando tu estomago está lo suficientemente lleno.
Trucos para sentirse más saciado
1. Planifica el menú de la semana
Por mucho que durante estos días de aislamiento te entre la pereza debes evitar a toda costa llamar a un servicio de comida a domicilio. La comida procesada como las pizzas, los kebabs y las hamburguesas son una autentica bomba de calorías y no sacian tanto como deberían. Por lo tanto, evita estos alimentos o en cuestión de unos días tu bascula te dará una mala noticia. En su lugar, planifica la cesta de la compra y lo que vas a comer cada día. Es decir, qué alimentos vas a tomar, cuantas comidas al día vas a hacer y que cantidad de calorías vas a ingerir. Durante la cuarentena no tienes escusas por falta de tiempo. Tienes mucho tiempo libre para comprar una cesta en el súper saludable, así como para mejorar tus habilidades culinarias. Cocina alimentos sencillos, ligeros y sanos.
2. Sigue un registro
Uno de los métodos más efectivos para no engordar se consigue calculando las calorías que ingerimos, pero también llevando un registro de cómo nos sentimos después de cada comida. Durante estos días de aislamiento tienes que registrar en una agenda la cantidad de qué comes y cómo te sientes después, es decir, con el estómago pesado, ligero o en un punto intermedio. De esta manera, conseguirás ajustar la ingesta de alimentos y evitar ciertas conductas en el futuro.
3. Una nevera saludable
Obviamente, comer alimentos saludables durante mucho tiempo, y más estando en cuarentena, es una tarea complicada. La mejor manera de sobrellevar esta situación es mantener la nevera repleta de alimentos sanos: legumbres, verduras, carnes de aves, pescado, frutas, cereales integrales, zumos sin azúcar, huevos, lácteos descremados…
Olvídate de las comida basura y de la repostería, ya que contienen muchas calorías y son tan adictivas como una droga. El azúcar y en general los hidratos de carbono, favorecen la liberación de dopamina, de igual modo que cuando se consume una droga. Generan placer, relajación y bienestar, favoreciendo que la persona se «enganche» a determinados alimentos para compensar sus emociones. Cuando tu cuerpo te pida algo dulce, incorpora canela a los yogures o las infusiones, no caigas en la tentación de la bollería industrial. Las infusiones te mantendrán mucho más saciado sin ingerir calorías y evitan que retengas líquidos.
4. Apaga la TV y mastica bien los alimentos
Cuando comemos mientras vemos la televisión, nuestra mente está más pendiente de lo que aparece frente a la pantalla que de masticar bien los alimentos. En estas situaciones masticamos los alimentos mucho más deprisa de lo que deberíamos antes de deglutirlos. Por lo tanto, no le damos a nuestro el estomago el tiempo suficiente para que analice la cantidad de comida que le está llegando. Saborea y disfruta de cada bocado para sentirte más saciado
5. Distingue entre agua y comida, y toma muchos líquidos
Muchas veces cometemos el error de pensar que nuestro cuerpo nos está pidiendo comida cuando en realidad lo que necesita es agua. El cuerpo humano se compone en un 70% de este líquido. Cuando no estamos bien hidratados nuestro organismo no funciona bien (estreñimiento, retención de líquidos, sensación de hambre, cansancio, etc). Por este motivo, debes beber al menos dos litros y medio de agua al día.
Además, el agua también sirve para conseguir una sensación de mayor saciedad. Según varios estudios, las personas que toman uno o dos vasos de aguas antes de cada comida, consumen en 22% menos de alimentos que quienes no lo hacen. Aunque no lo creas, el volumen gástrico que provoca el agua mientras fluye por tu estómago es suficiente para que tu cerebro calme el hambre. También puedes sustituir este líquido por zumos sin azúcares o guisos con abundante caldo.
Desde Dietarapidaysana esperamos que estos trucos te sean de ayuda, y ahora más que nuca, animo.