Llega la noche del domingo y muchos nos sentimos con el estomago pesado, retención de líquidos, estreñimiento, gases, nauseas, y es entonces cuando echamos la mirada hacia atrás y vemos todos los excesos que hemos cometido durante el fin de semana.
Como de costumbre durante los sábados y domingos o en festividades como la Navidad, nos descontrolamos y después vienen los arrepentimientos. Pasamos de un menú mucho mas ligero y sano durante la semana a un menú con mayor cantidad de calorías, donde las hamburguesas, las golosinas, los dulces, las bebidas azucaradas y el alcohol, se convierten en los protagonistas indiscutibles.
Estos excesos no son determinantes si los cometemos de manera puntual como por ejemplo una vez al mes, pero cuando se convierten en algo sistemático cada fin de semana, desembocan en una lenta, pero progresiva subida de peso que a final de año repercute en la bascula.
Por lo tanto, cuando sucede esto tenemos que frenarlo en seco, es decir, pasar cuanto antes a una dieta lo mas ligera y saludable posible que nos ayude a regular de nuevo el organismo y además, compense en la medida de lo posible los excesos cometidos. Así mismo, ha quedado demostrado que tras varios días de excesos nuestro organismo, al sentirse más pesado, tiene menos energía y se cansa antes.
Todos sabemos que lo realmente adecuado es llevar todos los días incluidos los fines de semana, una dieta equilibrada y saludable. Sin embargo, pocos son capaces de tener la suficiente fuerza de voluntad por lo que la cerveza y el pincho, se terminan imponiendo. Pero tranquilos, existen métodos que consiguen contrarrestar estos excesos casi por completo, hablamos de las dietas de «limpieza» o «desintoxicación», mas conocidas como dietas detox.
Estas dietas muy restrictivas compuestas de frutas, verduras, batidos, infusiones, etc consiguen en unas pocas horas que nuestro cuerpo vuelva a funcionar correctamente. Esta comprobado que con dos o tres días basta para que los síntomas de pesadez o estreñimiento se acaben. Por otra parte, se trata de dietas muy restrictivas (entorno a 1000 o 1500 calorías diarias) por lo que no se deben hacer durante mas de cuatro o cinco días, de lo contrario a nuestro cuerpo le empezarían a faltar nutrientes y vitaminas.
A continuación, veremos un ejemplo de dieta de depuración. ¡Anímate y pruébala! Seguro que te sorprenderá.
En primer lugar y como existen gran variedad de alimentos que podemos combinar para hacer una dieta detox. Explicaremos cuales son los alimentos que si podemos consumir y los que no.
Alimentos permitidos: verduras como los tomates, pepinos, cebollas, zanahorias, coliflores, nabos, rábanos, puerros, espárragos, espinacas, rúculas, lechugas, acelgas o alcachofas, todos ellos ha ser posible lo mas naturales posibles (sin conservantes). Frutas como la naranja, la pera, la papaya o la piña. Tanto las verduras como las frutas deben ser la pieza central de la alimentación. Además, se le puede añadir pequeñas porciones de arroz integral, leche desnatada, pescado a la plancha, frutos secos o infusiones. ¡Ojo! La dieta debe ser hipocalórica, entorno al 50 o 60 por ciento de las calorías que consumamos durante un día.
Alimentos prohibidos: esta totalmente restringido el consumo de carnes ya sean de ternera, cerdo, pollo…. Tampoco se permite el consumo de harinas (pan, bollería industrial), cereales como el trigo o el maíz, embutidos, mantequillas y por supuesto, nada de alcohol.
Además, se recomienda consumir hasta tres litros de agua y restringir el consumo de sal ya que de esta manera evitaremos la retención de líquidos y facilitaremos en transito intestinal.
DIETA DE DEPURACIÓN 1 DÍA
Desayuno
Opción A: Ensalada con un tomate, un pepino, un trozo de cebolla, lechuga, dos cucharadas de aceite, un poco de pimienta y sal de ajo. Además, dos tostadas de pan integral o un vaso de leche desnatada.
Opción B: Batido abundante de verduras y frutas. Añade en la batidora cinco hojas de col, cinco de espinaca, limón natural exprimido, un pepino y zumo de naranja natural. Consumirlo nada mas terminar de licuar. Acompañarlo con unos pocos frutos secos como la almendra o los pistachos.
Comida
Opción A: un plato abundante de caldo de verduras con zanahorias, nabos, puerros, cebollas, apios…Para el postre una porción de piña o papaya y por ultimo, una infusión de té.
Opción B: ensalada verde con lechuga, tomate, zanahoria, pimiento, berenjena, cebolla, pepino, etc. Completar la ensalada con dos cucharadas de aceite y cúrcuma al gusto. Postre una pieza de naranja o una pera.
Cena
Opción A: plato de verduras cocidas como las judías verdes, la coliflor, el ajo, el calabacín o el pimiento. Para el postre una fruta y una infusión.
Opción B: una porción mediana de pescado fresco (merluza, bonito, panga, dorada o salmón) con una gota de aceite o bien, al vapor. Un baso de soja o de almendras y una porción de fruta.