¿Quieres probar la Dieta Flexitariana para adelgazar? ¿Has decido convertirte en una persona flexitariana por cuestiones de ética? Como te contábamos en nuestro primer artículo sobre flexitarianismo, este plan nutricional consiste en limitar la ingesta de carne mientras se multiplica la de vegetales y lácteos. En el artículo de hoy te vamos a mostrar un menú para siete días en el que podrás hacer las cinco comidas habituales que aconsejan muchos especialistas en nutrición.

Principios de la Dieta Flexitariana


Antes de entrar de lleno en la cuestión, resulta importante repasar en qué consiste este método nutricional. Primero de todo, hay que tener presente que esta dieta está enfocada en aprovechar los beneficios de la dieta vegetariana, pero sin renunciar por completo a la carne o sus derivados. De ahí su nombre: flexible+vegetariano. Quienes se someten a este plan nutricional son personas que se alimentan de manera muy similar a los vegetarianos. Sin embargo, a diferencia de estos o los veganos, incluyen de forma ocasional –alrededor de tres o cuatro veces por semana- carne, huevo, pescado o marisco.

Por tanto, la Dieta Flexitariana no tiene unas reglas bien definidas. El flexitarianismo no nos impone una cantidad exacta de carne o de calorías a ingerir a lo largo de la semana. Todo depende de cuáles sean los objetivos que nos hayamos impuesto antes de ponerla en práctica: adelgazar o ser más responsables con el medio ambiente. No obstante, existen algunas pautas más o menos inseparables de este plan nutricional. Estas son:

  1. La alimentación gira en torno a los vegetales: en la Dieta Flexitariana alrededor del 80% de los alimentos deben provenir de las verduras, las hortalizas, las legumbres, las frutas o los granos enteros.
  2. Las proteínas principales son vegetales: aunque se puede tomar de manera ocasional pescado, carne y sus derivados, la mayoría de las proteínas tienen que ser de origen vegetal. Los vegetales con mayor contenido proteico son las judías, los garbanzos, las lentejas, los frutos secos, la soja, algunas semillas o el tofú. Además, hay que intentar siempre tomar alimentos de temporada y limitar los procesados al mínimo.
  3. Evitar la comida basura: al igual que sucede con cualquier otro método de alimentación saludable, con la Dieta Flexitariana debemos evitar consumir comida chatarra. Es decir, hay que vigilar el consumo de productos como la bollería industrial, los dulces, los pasteles, las hamburguesas, las pizzas o las bebidas azucaradas.

Menú completo para personas flexitarianas


Menú semanal para Dieta Flexitariana.

¿Cuánto puede adelgazar con la Dieta Flexitariana?


El flexitarianismo busca principalmente que cuidemos más de nuestro planeta Tierra reduciendo el consumo de carne, pescado y sus derivados. Si bien, esto no significa que no pueda ser un método nutricional muy efectivo a la hora de perder peso. En realidad, todas las dietas altas en la ingesta de vegetales y bajas en la de carne o productos procesados suelen contribuir a la pérdida de peso. Al fin y al cabo, estamos sustituyendo alimentos con alto contenido calórico por otros que nos aportan menos calorías. Esta sencilla acción, por si sola, ya es suficiente para que, al menos durante las primeras semanas, notes una pérdida significativa en tu peso corporal. Lo habitual es perder alrededor de 3 o 4 kilos en los primeros 30 días de Dieta Flexitariana.

Platos tícipos de la Dieta Flexitariana.

Si de verdad quieres adelgazar con este plan nutricional, debes poner atención tanto a las calorías que tomas como al ejercicio físico que realizas a diario. Recuerda que no debes restringir demasiado la cantidad de calorías que tomas a diario, ya que de lo contrario te resultará complicado mantener una alimentación saludable a largo plazo. Por norma general, basta con limitar en 300 calorías diarias tu alimentación para bajar entre medio y un kilo de peso a la semana. Además, ten también presente el deporte o el ejercicio que haces durante el día. Por último, antes de poner en práctica este plan dietético, pide consejo o asesoramiento a un especialista en nutrición. Estos profesionales son quienes mejor saben cómo enfocar tu alimentación para que le saques el máximo partido sin poner en riesgo tu salud.