Visto lo visto, en cuanto a alimentación, nadie puede negar que las dietas vegetarianas y veganas han llegado para quedarse. Millones de personas en todo el mundo han tomado la decisión de trasformar por completo su alimentación. Sin embargo, para muchos pasarse a esta clase de planes nutricionales supone un esfuerzo demasiado grande. Al fin y al cabo, eliminar por completo los productos de origen animal no es algo apto para la mayoría de la gente corriente. Para todas aquellas personas que quieren comer de manera saludable al tiempo que cuidan del medio ambiente, pero que no quieren excluir la carne o el pescado de su alimentación, existen opciones como la Dieta Flexitariana.

Dieta Flexitariana: adelgaza mientras cuidas del medioambiente


Este plan nutricional es ideal para las personas que buscan perder esos kilos de más sin renunciar de por vida a los productos de origen animal y sus derivados. Lo cierto es que no importa si queremos ser vegetarianos o veganos. La cuestión principal es que todos deberíamos reducir el consumo de carne, ya que la producción de estos alimentos está agotando los recursos de nuestro querido planeta tierra. Además, comer más carne de la que en realidad necesitamos para sobrevivir es perjudicial para nuestra salud.

Comidas flexitarianas sabrosas.

Como ya os contamos en otros artículos que tratan sobre este plan, la Dieta Flexitariana es básicamente una dieta vegetariana en la que podemos incluir carne, pescado, lácteos y derivados de estos, de manera puntual. Por lo tanto, hablamos de un método nutricional muy flexible. Es decir, aunque los vegetales son el plato principal de esta dieta, también podemos comer productos de origen animal. Este simple cambio de hábitos en nuestra alimentación nos puede aportar múltiples beneficios. Cuando tómanos muchos vegetales nos sentimos más saciados e ingerimos menos calorías. En consecuencia, favorecemos la pérdida de peso a corto y largo plazo.

¿Cuánto peso se suele perder con la Dieta Flexitariana?


Por norma general, quienes comienzan a comer de esta manera pierden del orden de tres o cuatro kilos durante el primer mes. Esto sucede por el cambio tan drástico que se produce en nuestra alimentación. Pasamos de tomar grandes cantidades de carne o productos procesados –de alto contenido calórico- a consumir preferentemente frutas, verduras y hortalizas, que tienen muchísimas menos calorías. A partir de las cuatro semanas, nuestro organismo se acostumbra a esta nueva manera de alimentarnos, por lo que lo habitual es que la pérdida de peso se vaya ralentizando.

Cuando nuestro cuerpo se ha familiarizado con la Dieta Flexitariana, entran en juego otros agentes que pueden ayudarnos a adelgazar o todo lo contrario. Nos referimos a factores como las calorías recomendadas, la edad, el ejercicio físico, la estructura o la genética. Si tenemos en cuenta todas estas cosas, lo lógico es que consigamos seguir bajando de peso con este plan dietético durante bastante tiempo. Aunque depende de cada persona, para adelgazar de manera saludable, se recomienda perder entre medio y un kilo por semana. Es decir, entre dos y cuatro kilos cada mes. Puede parecer poco, pero piensa que podrán ser entre 20 y 40 al año.

Ejemplos de platos para flexitarianos.

Para finalizar, cabe señalar que este plan dietético no solo nos ayuda a perder peso, sino que es muy beneficioso para nuestra salud. Por ejemplo, está más que demostrado que las dietas ricas en vegetales nos ayudan a reducir los niveles de colesterol malo. Asimismo, el consumo de carne roja es una de las principales causas de la hipertensión arterial. De modo, que con la Dieta Flexitariana también evitamos problemas de tensión arterial.

Menú flexitariano variado y delicioso


Menú flexitariano variado.

¿Qué coste tiene la Dieta Flexitariana?


La Dieta Flexitariana es una de las más económicas para tu bolsillo. En especial, si la comparamos con las dietas convencionales que están repletas de productos procesados. Si haces la compra a menudo, habrás notado que la carne, el pescado, el marisco y, sobre todo, los productos procesados, son mucho más caros que los vegetales. Es más, como este plan nutricional es más barato que los hábitos alimentarios más comunes, podrás adquirir frutas, verduras y hortalizas de temporada o de origen biológico. Como bien sabrás, estos productos son mucho más sabrosos y saludables. ¡Es hora de que llenes la cesta de la compra de verduras, frutas, hortalizas y pescado de primera calidad! Por ponerle una pega a esta dieta, probablemente como sucede con la dieta vegetariana, sí que nos obliga a dedicar más tiempo a preparar las comidas.