España, Europa y el Mundo entero están librando la que es por ahora la mayor guerra contra un virus en el siglo XXI. Miles de personas están pasando días de verdadera angustia en los hospitales, luchando con toda su voluntad contra el coronavirus. Mientras tanto, los «afortunados» que no han contraído esta enfermad se ven obligados a estar encerrados en su casa por un tiempo que nadie sabe determinar con exactitud. Por el momento, lo que está claro es que en España la cuarentena tendrá confinados a millones de españoles como mínimo hasta el próximo 11 abril.

Los seres humanos confinados en un lugar durante mucho tiempo afrontamos problemas como la ansiedad, la angustia, la rutina, el aburrimiento o el aumento de peso. Según los expertos, durante el confinamiento muchas personas subirán rápidamente de peso. En algunos casos, un mes de confinamiento se traducirá en una subida de entre tres y cinco kilos. Obviamente, esto repercutirá de manera negativa en nuestra salud, por lo que debemos evitarlo.

Los motivos por los que engordamos durante este tiempo son muy variados. Por un lado, abandonamos nuestra rutina de trabajo y, por tanto, toda esa energía extra ya no la consumimos. Un proceso que se acentúa en aquellas personas que habitualmente visitaban el gimnasio o salían a caminar. La combinación de estas dos actividades nos aporta un gasto de más 500 calorías diarias. Además de este aumento repentino del sedentarismo hay que sumarle otro problema: en estos momentos las ganas de comer aumentan más que nunca. Al estar en casa aburridos y lejos de los placeres que nos brinda la vida en sociedad, nuestra ansiedad aumenta de manera alarmante. Para mitigar este sentimiento negativo la mayoría recurrimos a la ingesta compulsiva de comida basura, dulces y alcohol. En definida, en cuarentena los humanos tenemos grandes posibilidades de caer en el sobrepeso y el colesterol y la azúcar altos.

Sin embargo, tenemos una buena noticia. Si seguís las pautas que os mostramos a continuación, podréis evitar este problema.

1. Controlar los hidratos de carbono: ahora más que nunca, es cuando debéis procurar consumir los carbohidratos durante el desayuno. De esta manera, le estamos dando al cuerpo suficiente tiempo para mentabolizarlos sin que formen depósitos de grasas. Además, los hidratos de carbono deben proceder en su mayoría de productos como la avena, el maíz, el arroz integral o la pasta.

2. Apostar por alimentos sanos: cuando realizamos poco ejercicio físico necesitamos una dieta baja en caloría para no subir de peso. En este caso, aumentaremos la ingesta de legumbres como guisantes, frijoles, judías verdes o lentejas, ya que son bajas en calorías y contiene una gran cantidad de vitaminas. Del mismo modo, la fruta debe ser un elemento indispensable en esta dieta. Se recomienda consumir al menos 2 piezas de fruta al día, principalmente: manzanas, naranjas, peras, plátanos, arándanos, uvas y kiwis.

3. Evitar las carnes rojas: en las circunstancias en las que nos encontramos debemos buscar las fuentes de proteínas más saludables. Es decir, proteínas que procedas de aves (pollo, pavo, gallina), pescados bajos en grasas (salmón, mero, merluza, bacalao, atún), leche (semidesnatada o desnatada), queso (light) y huevos.

4. Desterrar las grasas saturadas: las grasas trans son el mejor aliado del colesterol y, por tanto, de las enfermedades cardiovasculares. Además, son alimentos altamente calóricos y por ende, enemigos de una dieta de mantenimiento. Hay que olvidarse de la bollería industria y artesana (donuts, magdalenas, pasteles, dulces, golosinas, chocolates, etc).

En su lugar, las grasas deben provenir de alimentos saludables como el aceite de oliva 100% extra.

5.El ejercicio físico es fundamental: como ya hemos contado en decenas de ocasiones, el ejercicio físico es muy importante en cualquier tipo de dieta de mantenimiento o adelgazamiento. Gracias al deporte consumimos más energía, pero también liberamos hormonas que contribuyen a mantener nuestro estado de felicidad. Al estar de mejor humor nos es mucho más fácil mantener una alimentación saludable.

Obviamente, al estar recluidos en casa hacer deporte se complica. Sin embargo, también es posible. En Internet hay muchos vídeos tutoriales sobre como hacer una sesión de cardio o yoga en casa. Además, podemos improvisar unas pesas y hacer una sesión ligera de musculación con la que mantener la forma física. .

6. Beber mucho líquidos: no solo para evitar la retención de líquidos sino también para evitar el contagio del coronavirus. Beber de dos a tres litros de agua es fundamental. Además, podemos obtener muchos más líquidos de los caldos de verdura como las sopas de apio o cebolla.

Finalmente, reducir en la medida de lo posible el consumo de bebidas azucaradas y alcohol, ya que estos contiene grandes cantidades de calorías vacías. Además, durante la resaca nuestras reservas de glucosa en sangre bajan provocando que tengamos esa sensación continua de hambre y, por tanto, consumamos mucha más comida.