El aceite de pescado es uno de los suplementos que proporciona grandes beneficios a nuestra salud y que puede ayudarte a perder peso. Descubre por qué sucede esto.
Si estás buscando bajar de peso y quieres ayudarte de algunos suplementos que te permitan lograr la forma que deseas, el aceite de pescado puede ser ese plus que te falta.
Se han hecho numerosos estudios acerca de si el aceite de pescado era o no, un instrumento para bajar de peso. Si bien se comprobó que las personas con sobrepeso experimentaban una baja en su peso luego de incorporar el aceite pescado, esta disminución no fue significativa. Los especialistas sostienen que, aunque la pérdida de peso no es significativa, el aceite de pescado es altamente benéfico para nuestra salud, ya que aporta al organismo ácidos grasos esenciales que él mismo no es capaz de producir como el omega-3 y el omega-6.
Algunos beneficios que nos trae el aceite de pescado
– Previene enfermedades cardíacas: los estudios demuestran que consumir aceite de pescado ayuda a disminuir la presión. También ayuda a reducir riesgos de accidente cerebrovascular e infartos de todo tipo.
– Alivia la artritis reumatoide: debido a su alto contenido en ácidos grasos omega-3, el aceite de pescado posee propiedades anti-inflamatorias y también nos ayuda a combatir la rigidez propia de la edad..
– Mejora la salud de la piel: está comprobado que el aceite de pescado mejora la piel dañada o seca. Es muy recomendado para enfermedades de la dermis como psoriasis, acné y picazón, entre otras.
– Promueve la salud mental: al aumentar la dopamina y la serotonina, dos hormonas que estimulan la capacidad neuronal, el aceite de pescado es un poderoso aliado contra enfermedades como el Alzheimer o la esquizofrenia.
Conclusión
Si bien no es mágico, ni nos salvará la vida en un instante, el aceite de pescado puede resultar muy beneficioso para nuestra salud. Tengamos en cuenta que siempre es indispensable contar con una dieta balanceada que acompañe todos nuestros procesos alimenticios. Para esto, lo mejor es consultar a un especialista, que nos indique que debemos comer y que no, ya que cada cuerpo es diferente y actúa con una fisonomía propia. Por eso, no te dejes estar, no realices cambios alimenticios por ti mismo, ya que no sabes cómo tu cuerpo tolerara este tipo de variables.