¿Qué hacer para no subir de peso en verano?


¡Ha llegado el verano y con él las tan ansiadas vacaciones! Cuando comienza esta época del año, generalmente, la mayoría de nosotras acabamos de finalizar un periodo de varios meses comiendo de forma estricta para lucir el bañador. Sin embargo, en verano solemos descuidarnos… y en septiembre nos topamos con la realidad: hemos recuperado los kilos que tanto nos costo perder antes de las vacaciones. Debemos mantener la calma. Al fin y al cabo, el buen tiempo y las vacaciones de verano, nos hacen tener más ganas de hacer vida social. Que si salir a cenar con los amigos, que si ir a tomar unas cañitas, que si los helados, los cócteles en una terrazita, las barbacoas en familia… Estos hábitos están muy arraigados en nuestra sociedad, por lo que no debemos sentirnos culpables. Ahora bien, con ellos los españoles solemos ganar entre 3 y 5 kilos durante el verano. Por lo tanto, hay que evitarlos en cierta medida, ya que pueden convertirse en un problema a largo plazo que no solo afecta a nuestra apariencia, sino también a nuestra salud. ¿Quieres conocer algunos trucos para no subir de peso o, al menos, mitigar en cierta medida el aumento de peso durante las vacaciones de verano? Entonces, sigue leyendo este artículo. Aquí te mostramos una serie de pautas con las que podrás buscar un equilibrio entre los placeres del verano y el cuidado de tu salud.

Consejos para no subir de peso en verano.

Consejos para no engordar en verano


Desayuno saludable

Pese a que nuestro ritmo de vida cambia durante las vacaciones, es fundamental no saltarse nunca el desayuno. Se trata de una comida muy importante, puesto que nos ayuda a empezar el día con energía. Sin embargo, hay que hacerlo bien. Nada de bollería industrial, dulces, helados y cosas así. Un desayuno sano y equilibrado debe contener siempre una porción de hidratos de carbono de absorción lenta, ya que nos aportan la energiza necesaria para el resto del día. Algunos ejemplos de desayunos saludables y refrescantes para el verano son: el bowl con cereales y frutas, la tostada de pan integral con mermelada casera y batido de frutas, el porridge de avena y el acaí bowl de frutas.

No olvidarse del tentempié de media mañana

Tampoco podemos dejar pasar la comida de media mañana. Este tentempié te ayudará a mantenerte saciada y con la energía suficiente para disfrutar de un día intenso de vacaciones veraniegas. Además, con él evitarás sentirte hambrienta y lanzarte a la nevera o el chiringuito a comer si no hubiera un mañana. No obstante, como sucede con el desayuno, la comida de media mañana ha de ser ligera y equilibrada. Así pues, una buena opción sería optar por una pieza de fruta (melón, sandía, pera, melocotón), un snack saludable o un minibocadillo. También puedes acompañarlos con una infusión o un té frío.

Cuidar lo que comes en el restaurante

¿Tu plan consiste en comer fuera de casa? Pues bien, la mejor forma de no excederte en las calorías es decidir de antemano lo que vas a comer en el restaurante. Por ejemplo, puedes optar por platos bajos en calorías, pero muy sabrosos: pescado, calamares, o sepia a la plancha; gambas o langostinos cocidos; mejillones al vapor, verduras a la parrilla, ensaladas, ternera a la parrilla, pechuga de pollo a la plancha, dados de pavo… ¡Se te hará la boca agua con estas comidas! ¿Sueles llegar al restaurante muerta de hambre y, finalmente, escoges comidas copiosas y poco saludables? En este caso, lo ideal es que tomes alguna ración de fruta como la piña entre 30 y 60 minutos antes de acudir al restaurante. De esta manera, conseguirás llegar a la comida sin demasiada hambre y podrás controlar tu apetito.

Alimentos sano para el verano.

El chiringuito también puede ser sano

Las vacaciones de verano implican que pasarás mucho tiempo en los establecimientos con terraza y en el célebre chiringuito de playa tomando alguna bebida poco recomendable para el control de tu peso: refrescos azucarados, cerveza, vino, cócteles… Sabemos que resistirse a estos hábitos es imposible a no ser que seas abstemia o no te gusten los tentempiés que ponen en los chiringuitos. Sin embargo, puedes emplear algunas estrategias para evitar en gran medida las calorías extras que deberás incluir en tu alimentación debido a lo que tomas en el chiringuito:

Escoge una tapa saludable: es importante que trates de evitar los pinchos con alta densidad calórica, como es el caso de las patatas fritas, los frutos secos, las galletitas saladas o las preparaciones con salsas. En su lugar, opta por tapas con menos calorías, como, por ejemplo, las gambas a la plancha, los mejillones, los encurtidos, las tostadas de tomate y jamón, los escabeches o la pipirrana.

Las bebidas alcohólicas o azucaradas, con moderación: como bien sabrás, las bebidas azucaradas o alcohólicas contiene muchísimas calorías vacías que contribuyen al aumento de peso. Sin embargo, al tratarse de las vacaciones de verano, puedes tomar lo que te apetezca: refrescos azucarados, jugos, cerveza, whisky, ron, vodka… Eso sí, ¡hazlo con moderación! Por ello, la clave para disfrutar sin hacer estragos en tu peso es pedir primero agua para saciar la sed. A continuación, puedes pedir la bebida que quieras, pero tómala con paciencia. ¿Qué al final la cosa se ha sido de desmadre? Tranquila, no pasa nada. Si vas a salir de copas, en lugar de encadenar una bebida alcohólica tras otra, altérnalas con una botella de agua. Disfrutarás igual, pero sin notar cambios repentinos en la báscula. Por no hablar de que al beber agua y menos alcohol, probablemente, evites los efectos tan molestos de la resaca.

La importancia de la merienda

Al estar de vacaciones, los días suelen terminar mucho más tarde. Con ello, puede que la sensación de hambre nos aparezca a lo largo de la tarde. Si ves que esto te suele suceder, ¡no te olvides de la merienda! Simplemente, tomando un pequeño tentempié a media tarde, evitarás llegar con mucha hambre a la cena y tirar al traste toda la alimentación del día. Por ejemplo, puedes tomar meriendas del tipo una macedonia de frutas, una rodaja de sandía o melón, un yogur, un puñado de frutos secos, un sándwich integral de aguacate y queso fresco o unos enrollados de pavo y queso.

El pan, por las mañanas o al mediodía

Como ya te hemos indicado, los carbohidratos -especialmente los de absorción rápida, como el pan o la bollería- han de evitarse en la medida de lo posible, o bien tomarlos durante las primeras horas del día. Conforme el día avanza, el organismo pasa de emplear los carbohidratos como fuente de energía primaria a acumularlos en forma de grasa. Esto significa que tienes que evitar tomar pan, dulces, refrescos azucarados o cereales para el desayuno, después del medio día. De hecho, si estás a dieta no los tomes más allá de las doce del mediodía, a partir de las dos de la tarde si solo quieres mantener tu peso corporal.

Deporte durante las vacaciones de verano.

No olvides hacer ejercicio

Vale, estas de vacaciones, pero esto no significa que tengas que estar tumbada todo el día «a la bartola». Ni el calor, ni los hábitos vinculados a esta época del año son excusa para no hacer algo de ejercicio. Con esto no te estamos pidiendo que te levantes a las 7:00 de la mañana para salir a caminar o correr o ir al gimnasio. Estas de vacaciones y, como tal, no es necesario que te deslomes haciendo deporte como el resto del año. Basta con hacer un poco de ejercicio todos los días. Por ejemplo, haz 30 minutos de cardio al día (da un paseo, corre, haz bici…) a la hora que te apetezca. También puedes nadar durante 30 minutos en la piscina. Sea cual sea la opción para ti, trata de hacer deporte 4 días a la semana y no te olvides de hidratarse bien.

No te obsesiones, estás de vacaciones

Después de un largo año de incesante trabajo y mucho estrés acumulado, te mereces disfrutar de unas merecidas vacaciones. Y, por supuesto, todo lo que conlleva esto: vida social, las sesiones de tumbona en la playa, las barbacoas en familia, los helados, las raciones en el bar, las cañas en el chiringuito… Las vacaciones son eso, vacaciones y, por tanto, no puedes ser tan estricta con la alimentación como durante el resto del año. Lo que tienes que hacer es encontrar un punto intermedio. Ser flexible, pero aplicando un poco de sentido común para no tirar al traste todo lo perdido a lo largo del año. Hay muchas alternativas a la hora de evitar subir de peso durante esta época del año: cuidar un poquito lo que comes, hacer deporte al aire libre, beber con moderación… Lo importante es que no te obsesiones. Es más, cuando estás permanentemente en estado de ansiedad, es muy fácil caer en los temidos atracones para calmarla. Date un capricho en el chiringuito, bébete algunas cervecitas, disfruta de un refrescante y sabroso helado…, pero siempre con mesura. Aprende a disfrutar de tus vacaciones. ¡Te lo mereces!