Anteriormente, os enseñamos el por qué el ayuno intermitente es uno de los métodos para bajar de peso más rápidos y saludables. Tras 8 horas desde nuestra última comida, nuestro organismo comienza a tirar de las grasas que tenemos acumuladas para poder seguir funcionando. Esto quiere decir que en un ayuno del tipo 16/8 -el más común- nuestro cuerpo pasa ocho horas obteniendo energía de las grasas y, por tanto, la probabilidad de adelgazar se multiplica de manera exponencial. Sin embargo, como en cualquier otro tipo de dieta saludable no podemos practicarlo sin tener antes en cuenta algunas cosas. Sería un grave fallo por nuestra parte iniciar esta clase de alimentación sin habernos preparado mental y físicamente. Un error que, por desgracia, muchos comenten tirando al traste cualquier atisbo de adelgazamiento. Hoy os hablaremos de lo que NO debéis hacer durante el ayuno intermitente. Del mismo modo, os enseñaremos varios trucos para sobrellevarlo de mejor manera.

1. Errores más comunes durante el ayuno intermitente

1.1 No prepararse con antelación: ayunar no es fácil, en especial para aquellas personas que están acostumbradas a comer 5 o 6 veces al día. Por mucha fuerza de voluntad que tengamos, resulta casi imposible no caer en la tentación y saltarnos el ayuno de vez en cuando. Además de la mente nuestro cuerpo tiene gran parte de culpa en este punto. Si se han estado haciendo cuatro o cinco comidas diarias durante mucho tiempo al organismo le resultará muy complicado pasar de forma brusca a un ayuno. Como cuando comenzamos a entrenar en un gimnasio, el ayuno intermitente se debe introducir de forma lenta y progresiva. Por ejemplo, una semana antes de comenzar el ayuno se puede empezar a espaciar las comidas cada vez más, así como la cantidad de calorías que se ingieren en cada una de ellas.

1.2 Ayunar durante mucho tiempo: miles de años de evolución han permito a nuestro cuerpo desarrollar un mecanismo de adaptación casi perfecto. ¿Habéis notado que durante las primeras semanas de una dieta hipocalórica se pierde más peso? Esto se debe en buena parte a que el organismo termina por adaptarse a la restricción calorina, reduciendo el consumo de energía (metabolismo basal). Durante el ayuno intermitente este contratiempo también lo podemos apreciar, por lo que llega un momento en el que prolongar demasiado tiempo resulta complicado. Es mejor intercalar periodos de ayuno con otros donde la alimentación es más llevadera. Por ejemplo, hacer una dieta mensual en la que tres semanas ayunaremos y otra -intercalada- con cinco comidas diarias.

1.3 Demasiadas expectativas: si bien es cierto que el ayuno intermitente acelera la perdida de grasas, tampoco podemos esperar un milagro. Seguramente, bajemos un buen número de kilos con él, sin embargo, no es la panacea. Muchas personas piensan que al ayunar durante tantas horas bajaran todos los quilos que les sobran en muy poco tiempo ¡grave error! Obviamente, perderán peso, mejorarán su metabolismo y demás, pero tampoco se puede esperar una perdida asombrosa. Recordad que una dieta saludable es aquella en la que perdemos entre medio y un kilo semanal (grasa). De lo contrario, estaríamos afectando nuestra salud y favoreciendo el efecto reboté.

2. Tips para el ayuno intermitente

2.1 Come proteínas: cuando ayunamos el organismo tira de las grasas para sobrevivir, pero también del músculo. Por tanto, debemos comer grandes cantidades de proteína para no reducir nuestra masa muscular. De lo contrario, perderemos fuerza, resistencia, elasticidad y tendremos un aspecto «fofo». Hay que comer proteínas en cada comida: pollo, pavo, pescado, huevos, ternera, atún…

2.2 No comas hasta «reventar»: al igual que en cualquier otra dieta para bajar de peso, durante el ayuno resulta imprescindible controlar la cantidad que comemos. Aunque hayamos estado 16 horas sin tomar nada y estemos muy hambrientos, no quiere decir que podamos comer todo lo que se nos antoje. En especial, alimentos ricos en azúcar pues disparan nuestros niveles de glucosa en sangre, de modo que arruinaremos todo lo hecho hasta el momento.

2.3 ¡Cuidado con los carbohidratos!: debéis comer hidratos de carbono solo durante el almuerzo y la comida, nunca en la cena. Por otra parte, deben ser hidratos complejos como la avena, los cereales integrales, las legumbres, las verduras o los frutos secos.

2.4 Mantente bien hidratado: el ayuno se trata de comida, no de agua, ya que esta ayuda a que las células del organismo trabajen correctamente y a mantener el hambre a raya. Tomar como mínimo entre 1,5 y 2 litros de agua por día.

2.5 Comer mucha fibra: quienes se someten a este tipo de alimentación suelen sufrir de estreñimiento por el cambio brusco en alimentación. Además la fibra tarda mucho en digerirse y, por tanto, la sensación de saciedad se prolonga durante más tiempo. En otras palabras, sufriremos menos durante las horas de ayuno. Lechugas, acelgas, zanahorias, espárragos, champiñones; manzanas, plátanos, peras y melocotones, son los alimentos que más cantidad de fibra tienen.

2.6 No olvides el deporte: toda actividad física incrementa el consumo de energía y, por ende, las posibilidades de adelgazar. En este sentido, se recomienda hacer deporte durante el ayuno, ya que es cuando el cuerpo obtiene la energía de las grasas.