Saborear un buen helado es uno de los mayores placeres de la vida. Tanto si estamos a dieta como si no, resulta complicado no caer en la tentación de consumir este postre. Más si cabe, cuando estamos en pleno verano, como es el caso en estos momentos. Y es que en verano la oferta de este producto abunda por todas partes, desde el típico puesto de helados al lado de la playa hasta los vendedores ambulantes. Sin embargo, tenemos que ser realistas, el helado es alimento muy calórico y rico en azúcares. Si tomamos uno de vez en cuando no ocurrirá nada, pero si lo hacemos todos los días al cabo de un tiempo nuestro peso y salud lo notarán. A pesar de ello y gracias a los estudios en nutrición, hoy sabemos que un helado industrial (rico en azúcares y grasas) es mucho menos saludable que uno hecho por nosotras mismas en casa.

Sí, así es, con unos pocos ingredientes y unos minutos de vuestro tiempo podéis elaborar en vuestra cocina helados bajos en calorías y azúcar. Como no queremos que ninguna de vosotras os quedéis sin saborear este pequeño placer de la vida, ahí van cuatro recetas de helados caseros sanos.

1. Helado de yogur natural

Os recomiendo que para esta receta utilicéis yogur griego original, ya que es el más cremoso y sano. En primer lugar, retiraremos todo el suero que pueda contener el yogur. A continuación, lo batiremos para que quede cremoso e iremos añadiendo un poco de vainilla o ralladuras de limón. Seguidamente mezclaremos el yogur con trozos pequeños de fruta fresca. Para terminar, solo hay verter la mezcla en un recipiente -comprarlo previamente con la forma que más os guste- y meterla en el congelador. Generalmente, esta mezcla de helado tarda unas tres horas en congelarse, aunque todo dependerá de la cantidad de helado y de vuestra nevera. Si queréis que el helado os salga con mejor textura y presencia, debéis sacarlo del congelador cada 30 minutos para volver a batir la mezcla.

2. Polos de plátano y chocolate

Quizás, este helado casero sea el más sencillo y el que más guste a los niños de la casa. Los polos de plátano y chocolates son fáciles de hacer y, lo que es más importante, ayudan a que nuestros hijos comiencen a consumir esta fruta. Para este helado necesitaremos: dos plátanos maduros (que estén firmes), 150 gramos de chocolate negro, 30 ml de aceite de girasol, coco rallado y nueces picadas. El proceso de elaboración de este postre es muy sencillo. Lo primero que hay que hacer es pelar los plátanos y cortarlos en rodajas de un tamaño similar. A continuación, insertamos los plátanos en un palo de polo y lo dejaremos congelar unos 20 minutos. Seguidamente, trocemos el chocolate, lo fundimos y lo dejamos sobre un plato. Sacamos los plátanos del congelador y los bañamos sobre el chocolate. Para terminar, la mezcla resultante la rebozamos en coco rallado o nueces troceadas, ya que estos productos darán más sabor a nuestro helado.

3. Helados cremosos con grasas saludables

La textura cremosa de los helados depende de varios factores como la cantidad de azúcar y grasas que utilicemos en su elaboración o la maquinaria empleada (batidora manual/eléctrica). Los ingredientes de un helado industrial al uso son la nata, la leche entera o condensada, las grasas vegetales y la yema de huevo. Obviamente, si incorporamos todos estos productos a nuestra receta obtendremos de todo menos un helado saludable. Por tanto, para conseguir un helado cremoso y a la vez sano, debemos sustituir estos productos por otros con grasas más saludables. Por ejemplo, las mantequillas o cremas de frutos secos son una buena opción (en cantidades moderadas). También podemos incorporar pequeñas cantidades de azúcar, leche entera o nata, pero con cuidado de no pasarnos. En realidad, es cuestión de ir probando cuales son los productos que más nos gustan y que a su vez tienen pocas calorías y azucares.

4. Helado de yogur y frambuesas/fresas

El proceso de preparación de este postre es muy similar al del helado de yogur natural. Para su elaboración necesitaremos 250 gramos de frambuesas/fresas y 200 gramos de yogur natural, si es griego mejor que mejor. Para empezar lava bien las frambuesas/fresas y tritúralas con una batidora. Puedes dejar unas pocas sin triturar para adornar tu helado. Añade el yogur natural y mézclalo todo bien hasta que quede bien cremoso. ¡Ojo!, no olvides antes retirar el suero del yogur. Seguidamente, incorpora toda la mezcla a un molde y adórnala con las frutas que no has triturado. Para concluir, mete el recipiente en el congelador entre tres o cuatro horas y ¡listo!

Como puedes ver, preparar nuestros propios helados saludables es una tarea bien sencilla y rápida. El proceso de elaboración es fácil y los ingredientes los puedes encontrar en cualquier supermercado a precio razonable. Espero que intentes alguna de estas recetas y las disfrutes.