¿Qué es la gota?


La gota es una manifestación frecuente y compleja de artritis que puede afectar a cualquier persona. Esta patología se distingue por episodios bruscos y severos de dolor, inflamación, enrojecimiento y sensibilidad en una o varias articulaciones. Sin embargo, la más frecuente se da en el dedo gordo del pie. Un ataque de gota puede suceder de forma inesperada y a menudo puede provocarte que te despiertes en mitad de la noche con la impresión de que el dedo gordo del pie está ardiendo. La articulación afectada está caliente, inflamada y tan sensible que incluso el roce de la sabana puede parecer insoportable. Los síntomas de la gota pueden aparecer y desaparecer, sin embargo, existen métodos para controlar las molestias y evitar los brotes. La gota es la forma más dolorosa de reumatismo. Esta enfermedad metabólica incide principalmente a los hombres: alrededor del 80% de los pacientes con esta enfermedad pertenecen al sexo masculino. Además, esta patología está estrechamente relacionada con la vejez. De hecho, la mayoría de las ocasiones esta enfermedad surgen cuando los pacientes superan ampliamente los 40 años de edad. Por lo general, la mujer no la experimenta hasta después de la menopausia. En España se estima que alrededor del 2,5% de la población tiene gota: es decir, más de un millón de personas.

¿Cómo se manifiesta la gota?


Los signos y síntomas de la gota casi siempre ocurren de forma repentina, a menudo, durante la noche. Estas son las señales más evidentes de la gota:

Dolor intenso en articulaciones: generalmente, la gota es una enfermedad asociada al dedo gordo del pie. Sin embargo, puede ocurrir en cualquier articulación: tobillos, rodillas, codos, muñecas, dedos de la mano… Es posible que los ataques de gota se intensifiquen durante las 4 a 12 horas posteriores a su inicio.

Molestias persistentes: una vez que el dolor más agudo desaparece, puede quedar un ligero malestar en la articulación afectada. Esta molestia leve puede durar unos días o semanas. Es posible que los ataques subsiguientes persistan más y perjudiquen a más articulaciones.

Inflamación y enrojecimiento: las articulaciones afectadas por la gota se hinchan, se vuelven más sensibles, se calientan y se enrojecen.

Amplitud limitada de movimientos: conforme la gota avanza, puede que no puedas mover las articulaciones con normalidad.

¿Qué causa el desarrollo de la gota?


La gota ocurre cuando los cristales de urato se acumulan en una articulación, provocando inflamación y dolor agudo en un episodio de gota. Cuando posees niveles altos de ácido úrico en la sangre, es muy posible que se formen cristales de urato en tu organismo. El cuerpo genera ácido úrico al descomponer las purinas, que son sustancias que se encuentran en el organismo de manera natural. También hay purinas en algunos alimentos: carnes rojas, vísceras (hígado), marisco (mejillones, vieiras…), pescado (atún, trucha, sardina…). Además, las bebidas alcohólicas (en especial, la cerveza) y los refrescos azucarados favorecen niveles de ácido úrico más altos. Por lo general, el ácido úrico se disuelve en la sangre y pasa por los riñones a la orina. Sin embargo, a veces el organismo produce más ácido úrico de lo necesario o de lo que los riñones pueden excretar. Cuando se produce este fenómeno, el ácido úrico se acumula y forma cristales de urato con forma de aguja puntiaguda en una articulación. Es esto lo que causa el dolor, la inflamación e hinchazón de las articulaciones.

Factores que incrementan la presencia del ácido úrico en el organismo


-Personas de edad avanzada.

-Sexo masculino.

-Herencia genética y/o antecedentes familiares con alta producción de purinas en su organismo.

-Insuficiencia renal.

-Las dietas que implican la producción de ciertos metabolitos como los cuerpos cetónicos: ayuno intermitente, ayuno periódico, dieta cetogénica, dieta Atkins…

-Consumo de medicamentos contra la hipertensión (Benazepril, Enalapril, Ramipril) o diuréticos (Diuril, Lozol, Esidrix).

-Ingestas copiosas regulares: comidas en bodas, cenas de Navidad, cenas de amigos, comidas de vacaciones, etc. También se incluye las dietas hipocaloricas.

-Presión arterial alta.

-Patologías relacionadas con la médula osea: leucemia, policitemia, trombocitemia, etc.

-Pacientes sometidos a quimioterapia.

-Consumir grandes cantidades de alimentos ricos en purinas.

-Personas con sobrepeso u obesidad.

-Beber alcohol en exceso y fumar tabaco.

-Hacer deporte de forma muy intensa y lesiones que exijan cirugías.

Dieta para la gota: alimentos que reducen el ácido úrico


Es esencial evitar determinadas dietas (ayuno intermitente, cetogénica), no subir de peso, hidratarse correctamente, no tomar alcohol y ni alimentos ricos en purinas. Los alimentos que ayudan a prevenir la gota son:

Frutas: buena parte de la fruta contiene compuestos que ayudan a bajar los niveles de ácido úrico en nuestro organismo. Ejemplos: bayas, fresas, manzanas, peras, cerezas, piñas, naranjas, limones o la sandia.

Verduras y hortalizas: tienen un alto poder diurético, lo que favorece la eliminación de las purinas de nuestro organismo y evita la retención de líquidos. Se recomienda el consumo de alcachofa, cebolla, lechuga, acelga, tomate, pepino, rábano, calabaza, zanahoria, apio, espinaca o berenjena.

Carbohidratos complejos: granos enteros de avena, arroz integral, centeno, cebada o quinoa son bajos en purinas.

Lácteos bajos en grasas o desnatados: leche desnatada o semidesnatada, yogur desnatado y quesos bajos en grasas. También se pueden consumir de forma moderada el yogur natural.

Proteínas magras: deben proceder en su mayoría del huevo y la carne blanca (pollo, pavo, gallina, conejo, etc.) Pescado blanco: lenguado, merluza, dorada o lubina.

Legumbres: como la judía, la alubia, el garbanzo o la lenteja. Estos alimentos son ricos en carbohidratos saludables y contienen pocas purinas.

Café y té: asociados con un nivel bajo de urato sérico y, por tanto, menor riesgo de desarrollar gota.

Aceites saludables: aceites ricos en grasas insaturadas, como el aceite de oliva virgen extra, el aceite de aguacate, el aceite de canola o el aceite de sésamo.

Frutos secos: como almendras, nueces, anacardos, cacahuetes, castañas, piñones, pipas de girasol o semillas de chía.

Suplementos de vitamina C: reduce los niveles de ácido úrico, ya que favorece que los riñones excreten más. La dosis recomendada es de entre 500 y 1000 mg al día. No causa efectos secundarios.

Alimentos y bebidas a evitar durante la gota


Resulta fundamental reducir o eliminar por completo los siguientes alimentos de la dieta:

Vísceras: alimentos como el hígado, el riñón, las asaduras, los sesos o las mollejas, que poseen una gran cantidad de purinas y, por tanto, incrementan los niveles de ácido úrico en la sangre.

Carnes rojas: reducir el tamaño de las porciones de carnes de ternera, buey, cerdo o cordero. Es importante también evitar los embutidos.

Mariscos: berberechos, ostras, almejas, vieiras, mejillones, gambas o langostinos.

Pescado azul: limitar el consumo de sardina, atún, arenque, caballa, anchoa o el boquerón.

Alcohol y bebidas azucaradas: tomar bebidas alcohólicas es una de las causas más frecuentes de las crisis de gota. Cuando se ingiere, los riñones se enfocan en eliminar el alcohol de nuestro organismo en lugar del ácido úrico. Obviamente, esto provoca una mayor acumulación de ácido úrico dentro del cuerpo. La cerveza es particularmente perjudicial para la gota, ya que contiene muchas purinas. Además, se recomienda evitar o limitar el consumo de bebidas azucaras (como los refrescos), los alimentos con mucha azúcar (dulces, golosinas, bollería industrial, pasteles…) y aquellos con alto contenido en jarabe de maíz.

Dieta para la gota: menú de muestra


¿Cuáles son las fases de la Dieta Mayo?

A continuación, te enseñamos tres menús a modo de ejemplo que te ayudarán a prevenir la gota:

OPCIÓN 1

Desayuno: cereales integrales sin azúcar con leche desnatada + una taza de fresas frescas+ café.

Comida: 250 gramos de pechuga de pollo asado + ensalada mixta (verduras de hoja verde, tomate, frutos secos y aceite de oliva) + yogurt bajo en grasas.

Cena: 250 gramos de salmón a la plancha + ½ taza de pasta integral con aceite de oliva y pimienta con limón amarillo + 1 taza de melón fresco.

OPCIÓN 2

Desayuno: 2 tostadas de pan integral con aceite de oliva + 1 huevo cocido + yogur natural.

Comida: ensalada campera con maíz y tomates + cuscús con zanahoria y caldo de verduras + naranja.

Cena: tortilla francesa (2 huevos) + patatas al horno con sal, pimienta y perejil + manzana.

OPCIÓN 3

Desayuno: 1 vaso de leche semidesnatada con azúcar y cacao en polvo + 1 rebanada de pan con margarina y mermelada + 1 kiwi.

Comida: gazpacho con picatostes + lasaña de verduras gratinada con queso + 2 albaricoques.

Cena: crema de calabaza + wok de tallarines, verduras y pechuga de pollo + yogur desnatado.