La Dieta Flexitariana está catalogada como uno de los métodos nutricionales más saludables y prácticos a la hora de perder peso. Dado que los productos de origen vegetal prevalecen sobre los de origen animal y los procesados, este plan dietético nos garantiza eliminar, de una vez por todas, esos kilos de más. De nuevo, en este post os traemos un menú para los siete días de la semana que os ayudará a configurar vuestra dieta. Por supuesto, se trata simplemente de un ejemplo elaborado por nosotros mismos. Un punto de partida que os servirá de referencia para que, posteriormente, cada uno de vosotros elaboréis las comidas en casa en base a vuestros gustos culinarios.

Eso sí, para adelgazar de manera significativa con la Dieta Flexitariana, recordad que tenéis que tener en cuenta las calorías. En realidad, en cualquier plan de adelgazamiento el consumo de calorías es esencial. Aunque vuestros platos estén a rebosar de frutas o verduras, sí el aporte calórico de estos es demasiado grande, no lograréis vuestros objetivos. Una mujer promedio, que realiza una actividad física moderada, consume alrededor de 1700-1800 Kcal al día. Por lo tanto, para adelgazar de forma importante necesita consumir unas 1300 kcal diarias. El hombre promedio consume más calorías, situándose en unas 2500 Kcal diarias, por lo que tiene que ingerir en torno a 2000 Kcal al día para bajar de peso.

¿Cómo enfocar los platos en la Dieta Flexitariana?


Estamos hablando de una dieta que se sostiene principalmente en el consumo de vegetales. Por lo tanto, en este plan dietético la carne o el pescado no tienen protagonismo, no pueden ser los productos estrellas de vuestros platos. Únicamente, la carne, el pescado o el marisco, complementarán a comidas repletas de verduras, hortalizas, frutas o granos.  Para que lo entendáis: un filete grande de ternera a la parrilla con una pequeña porción de verduras NO es un plato flexitariano. Una comida flexitariana sí es, por ejemplo, un wok de pasta, verduras, frutos secos y un pollo hervido. En definitiva, en la Dieta Flexitariana los productos de origen animal tienen una presencia moderada.

Preparación de platos plara flexitarianos.

Por norma general, las personas que llevar una alimentación convencional suelen tomar porciones de carne o pescado de 200 a 300 gramos en cada plato. Obviamente, esta cantidad disminuye de forma drástica en un plan nutricional para flexitarianos. Además, las dietas convencionales se caracterizan por presentar al menos una comida diaria con productos de origen animal. Sin embargo, en el caso de la Dieta Flexitariana, solo se aceptan tres o cuatro porciones de carne o pescado a la semana. Por otra parte, este método nutricional recomienda que procuremos adquirir la carne y el pescado de origen biológico. Es decir, de aquellos animales que han sido criados en libertad. Esto se debe a que estos alimentos son mucho más saludables para nuestro organismo, pero además implica que seamos más responsables del medio ambiente.

Los alimentos que proceden de la ganadería intensiva (animales criados en granjas y alimentados con hormonas) favorecen el aumento de peso y el desarrollo de enfermedades como el colesterol o la hipertensión arterial. Asimismo, en el caso de los productos de origen animal, hay que priorizar el pescado, el marisco y las carnes blancas. La carne roja y los procesados (embutidos, fiambre…) se tienen que tomar de manera muy, muy ocasional. Por último, recomendamos el consumo de productos de origen local y de temporada. En este caso, tanto en los alimentos procedentes de las verduras como de los animales.

Menú semanal de la dieta flexitariana


Menú semanal para una Dieta Flexitariana.

¿Qué ventajas tiene la Dieta Flexitariana?


La Dieta Flexitariana implica muchos beneficios, tanto para el medio ambiente como nuestro propio cuerpo. En primer lugar, como reducimos de manera drástica la ingesta de carne o pescado, nuestro impacto negativo en la naturaleza disminuye de forma dramática. Si consumimos menos productos de origen animal, ayudamos a preservar los recursos naturales del planeta. En cuanto a nuestro cuerpo, este plan dietético representa una manera espléndida de perder peso. Como limitamos los productos con muchas calorías (carne, procesados, bollería industrial, cereales de alto contenido glucémico…), fomentamos la bajada de peso más que con otras dietas. Se estima que quienes siguen una dieta flexitariana, vegetariana o vegana, pesan alrededor de un 15% menos que los que comen de manera convencional.

Por otro lado, con las dietas de este tipo, como comemos de vez en cuando carne o pescado, no necesitamos suplementos vitamínicos, como sí sucede con las dietas vegetarianas o veganas. Del mismo modo, nos ayuda a evitar el desarrollo de enfermedades cardiovasculares como el colesterol alto, puesto que esté está asociado al consumo de carne roja y alimentos procesados. En definitiva, este plan de alimentación es muy saludable, no es restrictivo, nos ayuda a perder peso y mejora nuestra salud en general. Además, se trata de una dieta accesible para cualquier persona de cualquier edad.