Orígenes de la Dieta Atkins
Se cumple medio siglo desde que el doctor Robert Atkins publicará el método nutricional más relevante de su vida, conocido coloquialmente como Dieta Atkins. Desde aquel lejano 1972 han surgido numerosas estrategias para bajar de peso de forma saludable. No obstante, para la dieta del cardiólogo y doctor Robert Atkins parece no pasar el tiempo.
Su idea, su enfoque y su método para adelgazar sigue siendo uno de los más populares. Millones de personas –sobre todo, desde los años noventa- la han probado, y sostienen que es una dieta ideal.
Un estilo de vida saludable con el que han logrado ponerse en forma pese a tratarse de una dieta que permite tomar muchos alimentos que otras prohíben tácitamente. Pero antes de hablar de la Dieta Atkins, conozcamos cuáles son sus orígenes y quien es su creador.
Robert C. Atkins fue un cardiólogo y médico estadounidenses de gran prestigio entre los especialistas en nutrición por su contribución a que millones de norteamericanos perdieran peso. Atkins, de raíces judías, nació en la ciudad de Columbus (Ohio) en 1930. Siempre fue un gran estudiante como así lo de muestran sus notas en la escuela secundaria de Dayton, donde termino segundo en una promoción de 8500 estudiantes. Posteriormente, se graduó con honores en la facultad de medicina de la Universidad de Michigan en 1955.
Su etapa de formación concluye con un master en cardiología por la Universidad de Columbia (Nueva York) en 1959. Inmediatamente después, Atkins, abre una clínica privada especializada en cardiología y medicina. Sin embargo, el negocio no fue viento en popa precisamente. Acaecido por los problemas de su consulta, el doctor comenzó a subir de peso hasta entrar en depresión. Fue en esta etapa de su vida cuando, para adelgazar, estudio los trabajos del doctor Alfred W. Pennington.
Pennington, había llevado a cabo una investigación durante la Segunda Guerra Mundial en la sede del gigante farmacéutico Dupont, de la que era director médico. Estos estudios afirmaban que se puede perder peso de forma saludable con una dieta baja en carbohidratos. Sin embargo, Pennington nunca llevo a la práctica su teoría. Esto ocurriría, tras aplicarla sobre sí mismo, gracias al doctor Robert Atkins. En 1972 el médico público el libro “La revolución dietética del Dr. Atkins” en el que aseguraba que era posible perder peso a través de una dieta baja en carbohidratos. Atkins consideraba que la culpa de que tantos estadounidenses tuvieran sobrepeso se debía a los hábitos alimenticios que les inculcaba el sistema.
Las grandes compañías de comida rápida, cárnicas o de refrescos, así como su publicidad persuasiva, contribuían firmemente a que los norteamericanos comieran peor que nunca. Durante toda su vida Atkins sostuvo que en Estados Unidos la obesidad y la diabetes están tan arraigadas por culpa de las marcas que promocionan dietas altas en carbohidratos y bajas en grasas –saludables- y proteínas. Obviamente, estas afirmaciones le valieron muchísimas críticas e, incluso, la comunidad científica cuestiono su trabajo. Por esta razón, durante dos décadas su método de adelgazamiento paso prácticamente desapercibido para la ciudadania.
En 1992, tras reeditar su obra bajo un nuevo título “La nueva revolución dietética del Dr. Atkins”, todo cambio. Desde ese día millones de personas la han probado afirmando que su método es muy efectivo, llevadero y saludable. El 17 de abril de 2003, a los 72 años, y tras sufrir una caída en la que se golpeó la cabeza, Robert C. Atkins fallecía. Sin embargo, su legado más preciado sigue aún muy vivo entre quienes se preocupan por su salud.
¿En qué fundamentos se basa la Dieta Atkins?
La Dieta Atkins está dentro del grupo de dietas bajas en carbohidratos como la dieta cetónica tradicional, la de triglicéridos de cadena media o la de bajo índice glucémico. Antes de entrar de lleno en el asunto, repasemos un detalle muy importante. El cuerpo, por norma general, utiliza los hidratos de carbono que consumimos para poder realizar sus funciones vitales. En primer lugar, nuestro hígado sintetiza los carbohidratos en azúcares o glucosa a través del denominado proceso de glucogénesis. Posteriormente, la glucosa es almacenada en este mismo órgano. Para concluir, el organismo libera la glucosa en forma de energía según las necesidades que requiera. Sin ir más lejos, el cerebro –el órgano que más energía consume del cuerpo humano- necesita hasta 150 gramos de glucosa diarios.
Como ya se ha apuntado, la dieta Atkins promueve el bajo consumo de hidratos de carbono. ¿Por qué? Porque de este modo nuestro cuerpo comienza a liberar una cantidad mucho mayor de cuerpos cetónicos. Estos compuestos químicos poner en marcha un proceso metabólico denominado cetosis. Durante la cetosis cambiamos radicalmente la manera en la que obtenemos la energía. Nuestro organismo en lugar de buscar el combustible necesario para sobrevivir en los carbohidratos lo hace en las grasas. Tanto las que hemos consumido a lo largo de la jornada como las que están almacenadas en los depósitos del cuerpo. De este modo, no solo promovemos la pérdida de peso –que muchas veces solo es agua-, sino que aceleramos el ritmo de reducción del tejido adiposo.
Cuando los niveles de glucosa son normales en la sangre, la cetosis apenas tiene relevancia en el aporte energético. La dieta Atkins, que evita el consumo de carbohidratos, consigue que, al cabo de uno o dos días, los niveles de azúcar disminuyan profundamente. En este momento es cuando la cetosis se convierte en la fuente principal de energía del organismo. Nuestro hígado comienza a producir enormes cantidades de cetonas que, afortunadamente, el cerebro y otros órganos principales puedes también usar como combustible.
¿Cómo debo enfocar la Dieta Atkins para que de resultados?
La Dieta Atkins se caracteriza por presentar un balance óptimo entre los hidratos de carbono, proteínas y grasas. Por supuesto, las grasas y las proteínas tienes que ser la principal fuente de nutrientes, mientras que los carbohidratos se deben reducir al mínimo. Para hacernos una idea, a diferencia de otras dietas más restrictivas, con el método de Atkins no es necesario evitar las carnes grasas. En realidad, lo fundamental es controlar el consumo de los hidratos de carbono que, como todos sabemos, proviene de productos como el azúcar, el pan, la harina blanca, la bollería, los refrescos, el alcohol… Productos que favorecen a crear desequilibrios en la cantidad de azúcar en sangre. A veces muy elevados, otras muy bajos.
Estos trastornos en el nivel de glucosa en sangre son los que provocan que las personas con sobrepeso engorden, incluso, estando a régimen. En especial, aquellos pacientes resistentes a la insulina, es decir, que las células de su organismo no sintetizan los carbohidratos en glucosa correctamente. La mayoría de las personas con resistencia a la insulina luchan toda su vida contra el sobrepeso. Para el doctor Robert Atkins el paciente debe comenzar a controlar la ingesta de carbohidratos desde el primer día del régimen.
Además, es conveniente recurrir a la ayuda de un nutricionista para que monitoree la cantidad de carbohidratos que se están tomando. Mientras que en una alimentación clásica entre 55-60 % de la energía que consumimos debe provenir de los glúcidos, en la dieta Atkins esta cifra se reduce a solo un 10 o 15%.
¿Cuánto peso puedo perder con la Dieta Atkins?
Prácticamente, toda la población puede perder peso sometiéndose a una dieta con déficit calórico. Sin embargo, casos como los resistentes a la insulina no pueden bajar de peso con un régimen de este tipo, al menos, a largo plazo. Factores como la genética, los kilos que se quieran perder, la cantidad de ejercicio físico que se práctica o el tipo de dieta, contribuyen de manera esencial a que los pacientes obtengan unos u otros resultados. En el caso de la dieta Atkins, los estudios han demostrado que algunas personas han llegado a perder hasta 7 kilos durante las primeras dos semanas del régimen.
No obstante, también reconocen que estos resultados tan magníficos solo se dan en casos aislados. Generalmente, pacientes con un somatotipo de tipo mesomórfico, y solo durante la primera fase del régimen. Durante las fases dos y tres de la dieta Atkins seguiremos perdiendo peso, sin embargo, a un ritmo mucho más lento. Para el grueso de la población, el método Atkins garantiza la perdida durante la primera fase de entre 1 y 1.5 kilos semanalmente. Una reducción que pierde ritmo en las fases dos y tres, donde lo habitual es bajar medio kilo cada semana.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que durante la primera fase, cuando más kilos bajamos, la mayoría del peso que perdemos es agua. Líquidos que provienen, principalmente, de los depósitos de glucógeno del cuerpo. Al estar sometido a una dieta de este tipo, antes de entrar en cetosis, el organismo agota las reservas de glucosa. Por cada gramo de glucosa el cuerpo descompone seis de agua. Por este motivo perdemos tanto peso y volumen durante los primeros días del régimen. No obstante, tras esta primera etapa, la dieta Atkins garantiza que el resto del peso perdido corresponde a la grasa.
Fases y duración del método Atkins
La dieta del doctor Robert C. Atkins se divide en cuatro etapas. Como ya se indicó, en todas ellas se permite el consumo de grasas saludables y proteínas. Nutrientes que provienen de alimentos como la carne de aves, cerdos o vacunos; cualquier tipo de pescados y mariscos; las mantequillas, las cremas, los quesos, los huevos, los aceites… Sin embargo, los carbohidratos están muy restringidos. En la primera y segunda fase está prohibido tomar productos como el pan, la pasta, el arroz –incluso, el integral-, patatas, dulces, galletas y algunas verduras. Tampoco se permite beber leche, ya que contiene muchos carbohidratos. Durante toda la dieta Atkins el paciente debe tomar el hábito de comer 5 veces al día. El desayuno, el almuerzo y la cena han de ser las comidas principales. El aporte diario total de energía se distribuye de la siguiente manera: 45% grasas, 40% proteínas y 15% carbohidratos.
FASE 1 – INTRODUCCIÓN
También denominada fase de introducción. Es la más difícil y restrictiva de todas las etapas de la dieta Atkins. En ella el paciente cambia de manera drástica sus hábitos alimenticios. Por suerte, solo dura dos semanas, aunque si se considera oportuno puede prolongarse más tiempo. En esta fase está completamente prohibido tomar hidratos de carbono, salvo unos 20 gramos que deben proceder de las verduras. Verduras con muy poco contenido glucémico y ricas en vitaminas y antioxidantes como es el caso de la lechuga, el pepino, los espárragos o las setas. De este modo, reemplazamos la energía de los carbohidratos por la de las grasas y proteínas.
Los productos permitidos en esta fase son: pollo, gallina, pavo, cerdo, cordero, vaca, verduras bajas en carbohidratos, huevos, quesos, soja, infusiones y café descafeinado. Por supuesto, también toda clase de pescados y mariscos. En el lado opuesto, durante la primera fase de la dieta Atkins, queda prohibido el consumo de cereales para el desayuno, pastas, arroces, bollería industria, frutas, zumos, guisantes, lentejas, judías, patatas, batatas, leche… El alcohol, especialmente la cerveza, contiene enormes cantidades de carbohidratos. Por tanto, también está absolutamente prohibido. Además, el azúcar o los productos azucarados tampoco tienen su hueco en la fase de introducción. En su lugar hay que optar por los edulcorantes.
FASE 2 – PÉRDIDA CONTINUA DE PESO
A esta etapa, Atkins, la denomino: perdida continua de peso. Durante esta fase es cuando se pierde mayor cantidad de grasa. Además, en ella ya se pueden ir introduciendo lentamente los carbohidratos. La primera semana de esta etapa 5 gramos más al día (25gr.), la segunda añadimos 5 más (30 gr.), la tercera otros 5 (35gr.), y así sucesivamente. Ahora también se permiten el consumo de productos como las nueces, las frutas bajas en carbohidratos, las lentejas, los frijoles y la leche.
Sin embargo, estos alimentos se deben introducir uno por uno cada semana. La duración de la segunda fase depende de los kilos que se quieran perder. Sin embargo, la dieta Atkins recomienda que esta se extienda hasta que falten alrededor de cuatro kilos para alcanzar el objetivo que se había marcado.
FASE 3 – PRE-MANTENIMIENTO
Denominamos a esta fase del método Atkins como la etapa del pre-mantenimiento. En ella el paciente puede aumentar los carbohidratos en 10 gramos por semana. ¡Ojo!, no por día como ocurre en la segunda fase. Por tanto, si antes de entrar en esta etapa se estaban tomando, por ejemplo, 350 gramos semanales (35 diarios) de carbohidratos, durante los primeros siete días de la fase 3 serán 360.
En la fase tres se permite tomar más frutas, verduras, legumbres y leche entera. Como en la fase 2, la introducción de estos productos tiene que ser lenta y progresiva para no detener la pérdida de peso. Obviamente, el paciente tiene que estar en esta fase hasta que alcance el peso ideal. Algunos lo conseguirán en solo cuatro semanas, otros puede que en ocho o más. Puede que, incluso haciendo las cosas bien, la pérdida de peso se detenga. En este caso, se deberá retroceder a la fase 2.
FASE 4 – MANTENIMIENTO
En realidad, no es una etapa más de la dieta Atkins, sino que se trata de mantener los hábitos que se han tomado durante el régimen como una estrategia nutricional para toda la vida. Concienciarse de que a partir de ese momento hay que comer de manera sana, pero, sobre todo, controlar el consumo de los carbohidratos.
No se trata solo de tener el peso ideal, sino de tener una buena salud y estilo de vida. A partir de este momento, los alimentos ricos en grasas y proteínas deben ser la prioridad. Por el contrario, la bollería industrial, los dulces, las galletas, las patatas y las verduras con almidón deben ser una excepción en toda regla.
Propósitos de la dieta Atkins
Como ocurre con cualquier otro tipo de dieta, el método Atkins tiene dos objetivos principales. El primero, que podamos bajar kilos de forma sana hasta alcanzar la meta que nos hemos marcado. El segundo, ayudarnos a tomar buenos hábitos a la hora de comer que nos permitan mantener nuestro peso ideal para toda la vida. Las personas que se encuentran en su peso ideal tienen mucha más agilizad, puedes realizar las tareas diarias fácilmente y tienen menos probabilidades de sufrir enfermedades relacionadas con la presión arterial o el corazón. Además, la dieta Atkins es mucho más fácil de llevar que otros regímenes pues nos permiten consumir todo tipo de productos.
Beneficios para la salud
La dieta de Robert C. Atkins ha demostrado a lo largo de los años que ayuda a mejorar la salud de las personas. Con este método millones de personas han solucionado problemas como la diabetes, la tensión arterial alta, el síndrome metabólico, la insuficiencia cardiaca o el exceso de colesterol. Pero la dieta Atkins tiene muchos más beneficios. Por ejemplo, al provocar la rápida pérdida de peso, ayuda a que los pacientes no pierdan la motivación. Que sigan con ganas de querer esforzarse para alcanzar el objetivo que se había propuesto.
Por otra parte, también supone una gran ventaja para las personas que siente debilidad por ciertos alimentos. Productos como la mantequilla, el queso, las salsas, la mayonesa, las carnes rojas… Como la dieta Atkins permite la ingesta de estos alimentos, millones de personas no se sienten desmotivadas o tristes cuando la prueban. Algo que suele ocurrir la mayoría de las veces en otras dietas, por lo que terminan abandonándose antes de tiempo. Nunca se va a sentir hambre, ya que se puede comer la cantidad que se quiera de los alimentos permitidos. Además, los productos altos en proteínas como la carne tardan en ser digeridos por el estómago. Por lo tanto, dejan una sensación de saciedad mucho mayor que los carbohidratos.
Posibles complicaciones
Todas las dietas conllevan ciertos riesgos, y la dieta Atkins no es una excepción a la regla. Sin embargo, se trata de tan solo pequeños efectos secundarios, que monitoreados por un profesional, no implican mayores complicaciones. Como todas aquellas que restringen los carbohidratos, la dieta Atkins puede provocar efectos como el estreñimiento en algunos pacientes.
En estos casos, se recomienda que los carbohidratos que se tomen sean altos en fibra para mitigar el posible estreñimiento. No obstante, hay personas a las que les ocurre todo lo contrario: tienen diarreas.
También es común que, durante la primera fase, se sienta cansancio, debilidad y mareos. Como el cuerpo se queda sin sus reservas de glucosa, hasta que no entra en un estado ideal de cetosis lo habitual es que ocurran este tipo de cosas. Sea como fuere, se trata solo de unos pequeños contratiempos que suelen duras solo unos pocos días.
Asimismo, la dieta Atkins recomienda visitar al médico antes de ponerla en práctica sí se sufre de problemas relacionados con el riñón o si se está bajo algún tipo de medicación. Por último, el método Atkins queda totalmente restringido para las mujeres en embarazadas y durante la lactancia.